martes, 26 de octubre de 2010

NUESTROS HIJOS Y EL ALCOHOL

Como madre tengo muchas preocupaciones, una de ellas es el mundo que rodea a mis hijos, la modernidad, la tecnología, los amigos, las drogas, el alcohol, la revolución sexual del momento, ufffff son demasiadas cosas, ya se que no los puedo encerrar, ni taparles los ojos ni los oídos, pero como quisiera... estan tan pequeños, son mis bebés.  Pero las noticias y la misma sociedad te muestran que los tienes que preparar para todo, es como si fueran para una batalla, no, es una guerra y no la podemos pelear por ellos... pero si podemos prepararlos, Cómo? Con mucho diálogo, amor y valores muchos valores. 
La semana pasada estuve en una reunión con mi familia, estabamos rico, jugando cartas, riéndonos, hablando, mi suegro sacó una botella de vino para compartirla con nosotros, yo no tomo licor me parece que no sabe bien, me quedaron muy malos recuerdos después de haberlo hecho además me genera dolor de cabeza, pero mis hijos se mostraron muy animados a la idea y la más pequeña quería probar, cuando le dije que sabía maluco porque estaba hecho con frutas viejas y vinagres, ella desistió de la idea, pero mi hijo no, el quería que le sirvieran su copa como a un adulto, yo le dije que no pero los demás dijeron que sólo era una copa y que el ya estaba grandecito, vi con disgusto como se la tomo en unos cuantos sorbos y me quede muy preocupada porque lo disfrutó, eso me creo muchos interrogantes sobre su personalidad y lo que yo estaba haciendo para eso, me di cuenta de que nunca habia hablado con el sobre el consumo de bebidas, talvez di por entendido que con mi ejemplo era suficiente pero creo que hay más en el fondo que debo de indagar. 
Encontré que los adolescentes consumen alcohol cada vez más y que para ellos es una forma de entrar en moda o de escapar a la realidad sin verse con malos ojos, porque el alcohol es permitido y normal para nuestra sociedad; el alcohol hace que los adolescentes se sientan mayores y aceptados en determinados grupos, los hace sentir cómodos, espontáneos y alegres, o sea padres que estamos ante un verdadero enemigo para nuestras familias, no podemos esperar a que no les guste o despues de algunos dolores de cabeza que les ocasione no lo consuman más; en el períodico han salido varias noticias de niños y adolescentes muertos a causa del consumo de alcohol, miremos bien porque.
El alcohol ataca el metabolismo mucho más en un niño o adolescente que en un adulto por eso los trastornos son mayores y puede ocasionarles la muerte.  Reduce la capacidad del cerebro, del sentido de la vista, del oído y de la responsabilidad (por ello los accidentes de tránsito, los enfrentamientos y las peleas). Crea adicción, problemas en el hígado (círrosis), pérdida de la memoria, disminuye la capacidad de aprendizaje.
Como padres debemos de hablarles a nuestros hijos de todo, incluyendo lo obvio y lo sencillo, sabemos por vivencias propias que el alcohol desinhibe a las personas y las hace influenciable a lo que los rodea, se vuelven títeres de otros y al otro día sólo queda un despojo de persona que no recuerda nada, sintiéndose enfermo y hasta perturbado; yo no quiero ver ninguno de mis hijos así, el corazón se me pone pequeño con sólo imaginarlo, no hay ninguna circunstancia que justifique el que nuestros hijos beban alcohol y mucho menos con nuestro consentimiento, nosotros sabemos que para disfrutar de un lugar o un momento no hay como estar en sano juicio, porque todos estos recuerdos perduran, se es dueño de la situación y lo más importante no hay cargos de conciencia por lo vivido.  Entonces padres que nuestros hijos lo sepan, que aprendan a decir no a lo que les hace daño para su salud; el alcohol no va con el deporte, con la salud física y moral y no va con la familia.

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