Cuando pienso en mi hijo, en lo grande que esta y que ya casi es un hombre me dá mucha nostalgia, pero estoy tan orgullosa de que así sea, me siento tan tranquila de no estar detrás del bebé que corría por toda la casa en busca de travesuras y peligros, yo sé que ahora se enfrenta a un mundo diferente por eso no me canso de decirle todos los días lo que de verdad es importante en la vida: El amor, el respeto, la responsabilidad, los sentimientos nobles y transparentes. Siempre lo aliento para que sea mejor pero que no se le olvide que entre todos los ideales que se trace y todas las metas que quiera alcanzar siempre busque ser mejor persona, mejor hijo, hermano, amigo... que se ame primero así mismo para que pueda amar a los demás... Yo quiero verlo un día convertido en un gran profesional, artista, verlo alcanzar posiciones importantes, desarrollando altos roles y solucionando grandes problemas, pero quiero mirar a sus ojos y ver dentro de ellos la ternura, la nobleza, la sencillez que desde niño ha tenido...
Me encanta escuchar su voz de hombre y su mirada segura, yo todavía puedo encontrar a mi bebé ahí escondido, a mi gran amor, quien me llenaba de besos y no se cansaba de decirme "Te Amo", ahora se enfrenta a un mundo donde no puedo protegerlo más, sólo espero que aprenda a diferenciar el bien del mal, que sepa escoger los amigos adecuados, que entre todas esas niñas locas y confusas escoja la más cariñosa para que lo respete y le enseñe el verdadero significado del amor... Espero haberle llenado el corazón de valores, que la vida le regale momentos bellos e inolvidables, que el destino lo lleve a lugares hermosos con personas maravillosas, yo cada día rogaré a Dios porque así sea y no me cansaré de decirle que lo amo como a mi vida misma!
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